LM Bronstein, Ignacio Vidau y J. Alonso, Gijón 1965
Ayer nos enteramos de su fallecimiento por el correo que Nepomuceno nos envió. Nada mejor que las palabras que Miguel Angel nos mandó, con el ruego de que las publicáramos, para glosar la figura de Vidau.
"Pienso que la comunidad ajedrecística debe conocer este deceso especialmente los aficionados asturianos donde vivió, jugó y dejó su impronta a lo largo de los 81 años que estuvo con nosotros. Ignacio era, como bien sabes, un excelente jugador de categoría preferente con nivel de un maestro nacional. Era un excelente abogado aunque no ejercía como tal desde hacía años. Jugador de un muy alto nivel por correspondencia era un fino conocedor de la historia del juego, además de un gran conversador, un magnífico amigo y una persona que vivió el ajedrez hasta que el Alzheimer le retiró de la vida hace casi 11 años. Junto a él, con Fanjul, Prieto y Muñiz, quedamos Campeones de España de E y D en Toledo en 1969. Jugamos varios campeonatos de España por Equipos y llevamos los colores del Real Oviedo durante una década con resultados excelentes. También jugamos varios Campeonatos Nacionales Individuales y de Asturias. Estuvimos muy unidos hasta hace unos 12 años en que ya la enfermedad comenzó a deteriorar su salud mental, pero durante cuarenta años colaboramos en numerosos proyectos ejedrecísticos,libros, cursos, torneos, exhibiciones. Era autor de un librito para monitores titulado “Curso de Historia y Cultura Ajedrecística”. Levaba trabajando en una monumental biografía de Paul Morphy desde 1980 y la tenía muy avanzada. Tuve la suerte de poder leer varios capítulos y proporcionarle material que el correspondió haciendo lo propio conmigo en mi obra sobre Lasker. En el prólogo le hago un pequeño homenaje por esa incondicional ayuda.
Son tantos los recuerdos que podría escribir una detallada biografía de esa vida tan llena de intereses culturales, musicales (era un gran melómano y un profundo conocedor de la historia económica, jurídica e ideológica de las corrientes marxistas-leninistas) y autor entre otros trabajos de artículos sobre esas materias en revistas literarias. Sus conocimientos de historia del juego eran amplísimos y rigurosos y sus opiniones acerca de la esencia del ajedrez y sus principales exponentes y sus teoría merecen figurar en una antología del juego. Como jugador por correspondencia fue de un alto nivel, manteniéndose activo hasta cerca de los 72 años en que todavía jugaba torneos tanto por correspondencia como en vivo.
Desde esta breves líneas quiero rendirle un emocionado recuerdo por los años en los que compartimos ideales, victorias y derrotas y sobre todo amor por este juego nuestro que necesita de hombres como él para que se conozca en su verdadera dimensión, con rigor, honestidad y entrega. Gracias amigo Ignacio por tu legado de honestidad y sobre todo por enseñarme que si nada nos puede salvar de la muerte al menos que el ajedrez nos salve de la vida."
Descanse en paz.