Recientemente el compañero de blogosfera Javier Asturiano, me preguntaba por alguna definición o argumentación en la que se afirmara ,feacientemente, que el Ajedrez es un Arte. En la literatura ajedrecística todos hemos encontrado definiciones, que en su texto incluyen las palabras, ciencia, arte o juego, individualmente o mezcladas; pero hallar una que ciña nuestro juego dentro del exclusivo ámbito del Arte, es dificil.
He buscado en mi biblioteca alguna orientación sobre este tema y creo que la luz puede llegarnos, no por boca de un ajedrecista, sino a través de la sonoridad del arco de un violinista. Me estoy refiriendo a Mischa Elman, virtuoso ruso-americano, y gran aficionado al ajedrez, sobre el que Miguel Angel Nepomuceno seguramente nos tendría cosas que contar. Este artista fue consultado por su amigo Edward Lasker cuando escribió el libro "Chess for fun and Chess for Blood". Lasker solicitó a varios profesionales y amigos su opinión acerca del juego de Caissa, e introdujo sus opiniones en el prefacio de este libro.
Mischa Elman no da una definición académica de lo que es el Ájedrez, pero si lo compara muy didácticamente con la Música, una de las bellas artes sin duda.
Elman, en la página 15 del libro citado, nos dice:
"Creo que una razón por la que el ajedrez atrae tanto a los músicos es que jugar es como componer, y que al placer de la creación de sus propias armonías se añade la emoción de la lucha.
A mí me ha parecido siempre que el ajedrez es un juego muy relacionado con la vida misma. Te enseña cómo coordinar la razón con el instinto. Te enseña a que tu eres responsable de tus propios errores. Te enseña a no subestimar al otro en ningun momento, si es que deseas sobrevivir. Te enseña a aceptar la derrota con una sonrisa y darte cuenta de que un peón no siempre pueden llegar a ser una reina, y que no todo el mundo puede convertirse en un Lasker."
Realmente un texto sencillo pero preciso, con el que estoy totalmente de acuerdo. Opino que el Ajedrez y la Música son verdaderas Artes con muchas cosas semejantes, entre ellas un fuerte fundamento matemático. Si algo se compara con un Arte y se ven con claridad puntos en común, ciertamente también lo será ¿No creen?
Mischa Elman no da una definición académica de lo que es el Ájedrez, pero si lo compara muy didácticamente con la Música, una de las bellas artes sin duda.
Elman, en la página 15 del libro citado, nos dice:
"Creo que una razón por la que el ajedrez atrae tanto a los músicos es que jugar es como componer, y que al placer de la creación de sus propias armonías se añade la emoción de la lucha.
A mí me ha parecido siempre que el ajedrez es un juego muy relacionado con la vida misma. Te enseña cómo coordinar la razón con el instinto. Te enseña a que tu eres responsable de tus propios errores. Te enseña a no subestimar al otro en ningun momento, si es que deseas sobrevivir. Te enseña a aceptar la derrota con una sonrisa y darte cuenta de que un peón no siempre pueden llegar a ser una reina, y que no todo el mundo puede convertirse en un Lasker."
Realmente un texto sencillo pero preciso, con el que estoy totalmente de acuerdo. Opino que el Ajedrez y la Música son verdaderas Artes con muchas cosas semejantes, entre ellas un fuerte fundamento matemático. Si algo se compara con un Arte y se ven con claridad puntos en común, ciertamente también lo será ¿No creen?
3 comentarios:
Me gustó mucho el comentario del grande y sublime Misha Elman, Luis. Especialemente el concepto que el ajedrez es un arte como componer música, pero que además se le añade la emoción de la competencia. Muy lindo el blog de Uds. Les mando un afetuoso saludo desde Buenos Aires.
http://inquietudesliterarias.blogspot.com/
www
Gracias Nestor:
En ocasiones las mejores opiniones sobre el juego real vienen de personas que parecen muy alejadas del mismo. Aunque en este caso Edward Lasker decía de su amigo Elman, que muchos conocían de sus proezas con el violin, pero muy pocos sus proezas en el tablero.
Un abrazo
Bajo mi punto de vista lo que convierte al ajedrez en arte es la capacidad imaginativa para "crear". Es cierto que muchos pueden hablar del ajedrez como ciencia, con cáculos matemáticos incluídos, pero las partidas que pasan a la historia, las calificadas como las más bellas, son aquellas que contienen una alta dosis imaginativa y creativa, y uno de los máximos exponentes de esto sería sin duda el inigualable Tahl
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