Probablemente algo parecido debió pasar por la mente de Adolf Albin, cuando planteó su contragambito por primera vez ante Lasker en Nueva York en 1893, y a partir de allí en numerosas ocasiones y torneos. Esta variante de apertura del gambito de dama, había sido inventada por Cavalotti en 1881; pero Albín la desarrolló en la práctica magistral y la dotó de personalidad, de ahí el nombre. Hemos sacado la partida del magnífico libro, Dr. Lasker`s chess career 1889 – 1914. Reinfeld y Fine 1935, del que daremos reseña en próximos artículos.
1. d4 d5 2. c4 e5
3. dxe5 d4 4. Cf3 Cc6
5...Ag4 6. h3 Axf3
9.Ag2 Dd7 10.b4 a6
11. Ab2 Td8 12. Cd2 Cge7
El negro parece que coloca un estupendo caballo en f5, pero esto será refutado por el blanco. Veamos otras alternativas. Después de 13...Cg6 14.b5 axb5 15.cxb5 Ca7 16.Dxd4 Dxb7 17.Dxa7 Dxb3 18.Dxb7 Dxb7 19.Axb7 Cxf4 20.Ac6+ Re7 21.Ae5 Ce6 22.e3 y las blancas deben ganar. Pero si las negras responden a 14. b5
a) con 14...Cf4 15. bxc6 Cxg2+ 16. Rf1 Dxc6 17. Cxd4? Ce3+ y ganan.
b) o con 14.....axb6 15. cxb5 Cxf4 16. Af3 Ce5 17. Cxd4 Cf3+ 18. exf3 Ac5 -/+
Sin embargo si las blancas juegan después de 13....Cg6 14. Dd2 Ad6 15. Cd4 Af4 16. e3 con ventaja del blanco
14. Dd3
15. Ae4 Cd6
16. Cc5 Dc8 17. Af3 Lasker no debe apresurarse si 17.Cxa6 gana peón, pero después de 17...Cxe4 18.Dxe4 0–0 19.b5 Tfe8! Las negras tienen buen desarrollo y compensación
17...0–0 18.Tg1 Ce8
Si 23...Dxc6 24. Cxd4 no es mejor.
24.Txd4 Td6 25.c5 Te6
30. Cc2 Txf2 31. Txd8 Rinden Una partida extraña con un final poco ortodoxo. El contragambito que proporcionó tantas victorias a Albin fue refutado en su debut.
2 comentarios:
Hola Luis y Pedro,
enhorabuena otra vez por vuestro blog, sabéis que somos muchos los que lo visitamos y lo apreciamos, aunque no comentemos muy a menudo.
En cuanto al tema de la entrada, como dijo el clásico, "el que lo probó lo sabe". Ahora, con los ordenadores, es distinto. Pero esas novedades de antes... Ese momento en el que ¡por fin! se da en el tablero la posición que has estado mirando días en casa, y aún así dudas hasta el último instante, para finalmente reunir un último resto de valor y jugar la novedad que has preparado con tanto cariño... ese momento es (era) impagable. Y si encima ganas, no digamos :)
Saludos,
LERMA
Gracias Lerma:
Si eso que comentas es así, además si el adversario al que se le plantea la novedad es de alto nivel todo tiene más mérito.
En estos momentos estoy leyendo el segundo tomo de la obra de Alekhine, "My best games of chess" correspondiente a su gran época de los años treinta, y me encuentro con que sus adversarios no tenían ningún prurito en plantearle novedades, que el por supuesto refutaba sin temblarle la mano. Pero que satisfechos se hubiesen quedado si Alekhine hubiera pèrdido.
Un abrazo
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