Znosko Borovsky en Gijón 1934 (2)

Tal como comentamos en una entrada anterior referente a este gran maestro del ajedrez y por feliz casualidad, encontramos uno de sus libros más populares en una librería de viejo de Gijón. Se trata de la obra tilulada "Como no debe jugarse al ajedrez"; texto escrito para jugadores que se han iniciado en el juego y que saben poco más que los movimientos de las fichas. Znosko Borovsky era un gran divulgador y daba frecuentes conferencias sobre diversos temas de ajedrez, este libro recoge una de esas conferencias de una forma clara y amena y de buen nivel didáctico. La edición que presentamos es curiosamente del año 1934, el mismo en que estuvo en Gijón y está prologada por el campeón español Rey Ardid. En ella y en forma de decálogo se exponen, explican y aclaran aquellas cosas esenciales, que según el autor, no deben hacerse a lo largo de una partida. A saber:

No juguéis las primeras jugadas automáticamente, sin reflexionar.
No aprendáis de memoria las variantes, tratad de comprenderlas.
No aceptéis todo lo que os dicen. ¡Comprobad! ¡Razonad! ¡Criticad!
No abandonéis el centro a vuestro adversario.
No cedáis las lineas abiertas, ocupadlas.
No debilitéis vuestras casillas, de las que el adversario puede apoderarse.
No perdáis ningún tiempo.
No haréis nada bueno si no analizáis la posición.
No dejéis ninguna pieza aislada sin ligazón con las otras.
No juguéis demasiado rápido.
No busquéis una jugada,aunque fuese la mejor, sino una serie de jugadas, un plan realizable.
No penséis más que en el desarrollo de vuestras piezas, al comenzar a jugar.
No desdeñéis los pequeños detalles, a veces, se encuentra en ellos la idea de la posición.
No juguéis con incoherencia persiguiendo tan pronto un plan como otro.
No olvidéis nunca vuestra idea general o directriz en los incidentes de la partida. No olvidéis nunca, con negras, el desarrollo del alfil de dama en las aperturas de dama, ni el desarrollo de vuestro alfil rey en el Ruy Lopez.
No modifiquéis vuestro plan.
No hagáis vastos proyectos en plena lucha.
No os contentéis con atacar un punto debil, cread uno nuevo.
No os extraviéis en innumerables cálculos, haced abstracción de las réplicas del adversario.
No ceséis de intentar descubrir los motivos ocultos de las maniobras del adversario.
No ataquéis los flancos si el centro no es seguro.
No dejéis sin bloquear un peón enemigo pasado.
No dejéis las piezas en casillas débiles.
No avancéis vuestros peones sin motivos serios.
No abandonéis la vigilancia de vuestra posición, aún estando triunfando vuestro ataque.
Como se puede comprobar, todo un pozo de sabiduría.