Páginas

jueves, 30 de diciembre de 2010

Mir Sultan Khan (1905 -1966)


Hay jugadores en la historia del ajedrez que, por su brillantez, alcanzan un lugar en el olimpo de nuestro juego. Fue al final de la década de los años veinte y principio de los treinta, del siglo pasado, cuando una estrella iluminó el mundo de Caissa desde un rincón de la India. Un personaje digno de Kipling, que podía haber protagonizado uno de aquellos maravillosos relatos ambientados en este subcontinente. Nos estamos refiriendo a Mir Sultan Khan.

La historia de este jugador siempre nos atrajo y fue gracias al libro del escritor inglés RN Coles. “Mir Sultan Khan”. Editorial British Chess Magazine 1965, y a la obra de Anne Sunnucks “The Encyclopaedia of Chess”, donde pudimos averiguar con todo detalle la verdadera dimensión de la biografía humana y ajedrecística de este maestro.

Una gran impresión recibieron los participantes en el campeonato británico de 1929 cuando, al jugar sus partidas, se encontraron al otro lado del tablero con un adversario peculiar, un hombre que pese a su baja estatura impresionaba por su figura ascética, de piel profundamente morena, rostro serio y concentrado, de fuerte mandíbula y amplia frente, cuya cabeza se tocaba en ocasiones con un turbante.

Sus adversarios hallaron un jugador de estilo tranquilo, que aunque mostraba deficiencias en el juego de apertura, daba toda una lección en el medio juego con su capacidad para las maniobras y su virtuosismo en los finales de partida, en los que igualaba al mismísimo Capablanca. De rostro imperturbable independientemente de lo apurada o difícil de la situación del juego, era capaz de afrontar arduas posiciones donde solo cabía defenderse y, a pesar de todo, salir airoso. Esa capacidad de no inmutarse ante nada le llevó a recibir en algunas ocasiones el nombre de “El Inescrutable”.

A pesar de ser analfabeto en lengua inglesa y su ignorancia de la teoría del ajedrez occidental, su potencia natural para este juego le llevó a ser Campeón Británico en 1929, 1932 y 1933.

El estado indio de Punjab, lo vio nacer en la aldea de Mitha, distrito de Sarguda., dentro de una familia muy numerosa. Su padre le enseñó la versión india del juego, a la edad de nueve años. A los veintiún años ya era considerado el jugador más fuerte del Punjab. Su talento llegó a conocimiento del Coronel Nawab Sir Umar Hayat Khan, ayudante de campo del rey Jorge V. Este noble le nombró miembro de su séquito, con la intención de enseñarle la versión europea del juego e introducirlo en los círculos europeos de ajedrez. Sultán Khan no defraudó las expectativas de su mecenas, dos años después, Sir Umar inscribió a su protegido en el Campeonato Indio de ajedrez moderno 1928, que ganó con un resultado de 8 ½ puntos sobre 9.

En 1929 Sir Umar visitó Londres y trajo consigo, como miembro de su séquito, a Sultán Khan. Con el respaldo de ser Campeón Indio fue aceptada su inscripción en el Campeonato Británico de ese año en Ramsgate. Previamente participó en un torneo de preparación, organizado expresamente para él, en la conocida sala londinense Gambit Chess Rooms; enfrentándose a Winter, Yates y Conde. Empató en la última posición con Conde. Tenía demasiadas lagunas teóricas y poca experiencia como para conseguir un mejor resultado. Tras este mal resultado recibió la ayuda de los maestros Winter y Yates en su preparación para el Campeonato de 1929. Cuando comenzó este, nuestro protagonista perdió su primera partida, no parecía tener posibilidad alguna de salir airoso de la prueba, pero para sombro de todos su juego se fue afianzando a lo largo de las dos semanas de torneo. A pesar de sufrir un brote de malaria resultó claro vencedor perdiendo una sola partida y con 8 puntos sobre 11. La dureza del clima inglés le afectó negativamente, provocándole una mala salud de hierro que le acompañó durante todos estos años de estancia en Inglaterra; de hecho era frecuente verlo acudir a sus partidas con al garganta protegida y envuelta con pañuelos y bufandas.

Después de esta victoria Sultán Khan regresó a la India con su patrón, pero retornó a Inglaterra al mayo siguiente y jugó en Scarborough 1930 donde alcanzó un cuarto lugar, por detrás de Colle, Maroczy y Rubinstein. Jugó con el equipo británico en la Olimpiada de 1930 en Hamburgo consiguiendo 11 puntos sobre 17, un excelente resultado para alguien que no había leído un libro de ajedrez en su vida.

Tras la Olimpiada jugó numerosos torneos por toda Europa hasta 1933. En Lieja 1930 quedó segundo detrás de Tartakower y delante de Colle, Nimzowitsch, Sir George Thomas y Rubinstein. En Hastings 1930 – 31 alcanzó el tercer lugar detrás de Euwe y Capablanca, al que derrotó en su encuentro individual. Jugando en el primer tablero del equipo británico, en la Olimpiada de Praga 1931, consiguió 11 ½ puntos sobre 17, venciendo a Rubinstein y Flohr y entablando con Alekhine y Bogoljubov. Perdió el Campeonato Británico de 1031 con Yates, pero recuperó el título en 1932 y lo defendió en 1933. Durante este tiempo en Inglaterra jugó dos match, contra Tartakower en 1931 que ganó 6 ½ - 5 ½ y contra Flohr en 1932 que perdió por 2 ½ - 3 ½ . Cuando terminó su periplo competitivo sus resultados definitivos eran +120 =55 -47 partidas totales.

Se ha comparado a Sultán Khan con su compatriota Ramanuyan. Las dos potencias de la Naturaleza, cuya capacidad intuitiva les permitió destacar en disciplinas intelectuales de las que lo desconocían casi todo, ajedrez y matemáticas respectivamente. Los dos ciudadanos de la India y del imperio británico que asombraron a la Inglaterra de la época con su personalidad, su gran rendimiento y su prodigiosa creatividad en sus respectivos campos.

En diciembre de 1933 Sir Umar retornó a la India, llevándose a Sultán Khan con él. De vuelta a su país, S. Khan jugó un match contra V.K. Khadilkar en 1935, ganando por 9 ½ - ½ ; después de este evento desapareció del mundo del ajedrez. Cuando su protector murió, le dejó en herencia una pequeña granja. Sultán Khan murió de tuberculosis, contraída en su estancia europea, en Sargodha, Pakistán actual, en 1966.

Soultanbeieff,Ivanovich - Sultan Khan,Mir [E16]

Liege, 1930

1.d4 Cf6 2.Cf3 b6 3.c4 e6 4.g3 Ab7 5.Ag2 Ab4+ 6.Ad2 Axd2+ 7.Cbxd2 Mejor [7.Dxd2] 7...0–0 8.0–0 c5 Sultan Khan afianza su posición maniobrando adecuadamente. 9.Dc2 Cc6 10.dxc5 bxc5 11.e4? Error posicional que deja en manos del negro la casilla d4. 11...Dc7 12.Tfe1 d6 13.Tac1 h6 14.a3 Cd7 15.Dc3 Apoyando el avance b2-b4. 15...a5 16.Ch4 g5 17.De3 Planeando entrar en h6 si el negro toma el caballo de h4, con ataque. 17...Dd8 Reusando tomar el caballo ya que el juego está posicionalmente ganado. 18.Chf3 De7 19.h3 Tab8 20.b3 Aa8 21.Cb1 Cde5 22.a4 Previniendo que el negro avance a5. El blanco jueg sin rumbo. mientras que Sultan Khan afianza su posición. 22...Cxf3+ 23.Axf3 Cd4 24.Ad1 Previniendo el salto del caballo Cc2. 24...f5! Apertura de juego decisiva para el ataque. 25.exf5 Txf5 26.Tc3 Tbf8 27.Tf1 Tf3!! Final hermoso. Si la dama blanca va a d2, la dama negra se desplaza a b7 con amenaza de mate. 28.Axf3 Txf3 0–1


lunes, 6 de diciembre de 2010

Chess for Fun & Chess for Blood

No lo puedo evitar. ¡Me gustan los libros de Edward Lasker! Y no solo por este sonoro y atractivo título "Ajedrez para gozar y ajedrez para sufrir", que por si mismo es un iman para el lector, también por ciertos aspectos formales que paso a comentar.

Este gran jugador americano de origen alemán, autor de varios libros de ajedrez, combinó en su producción escrita la profundidad del conocimiento ajedrecístico, con la belleza del diseño, dando lugar a ediciones muy cuidadas.

Normalmente en los libros de ajedrez las imágenes que encontramos corresponden a los diagramas de las partidas y si acaso a alguna fotografía. Edward Lasker, el otro Lasker, siempre incluía en la maquetación y diseño definitivo de sus obras, las ilustraciones de algún artista relevante que complementaban y encajaban perfectamente con el texto.

En este libro que comentamos, intervino con su trazo creativo el dibujante y pintor Max Oppenheimer, que firmaba como MOPP, artista de origen vienés, amigo del autor, pintor de fama mundial y representante de la escuela expresionista europea. Sus dibujos en blanco y negro dan un encanto especial a la edición, incluyendo un retrato del autor, varios dibujos relativos al contenido de los capítulos, y sobre todo las hermosas letras capitulares de todos los apartados del libro.

La dualidad espresada en el título, el gozo y el sufrimiento en el ajedrez, adelanta claramente las dos partes diferenciadas de la obra. En la primera mitad de sus páginas se reflexiona sobre los aspectos lúdicos del juego, tales como las anécdotas, las combinaciones de mate, los planes estratégicos, el final de partida o los problemas de ajedrez. En la segunda mitad se incide en el objetivo último de toda partida, aquello que comporta ansiedad y sufrimiento al jugador en el devenir del juego, ganar. Por eso nos muestra como ejemplo un extraordinario capítulo, desmenuzando y pormenorizando sus reflexiones y pensamientos a lo largo de la partida que entabló con el campeón del mundo Emmanuel Lasker. Veintiocho páginas dedicadas a analizar las más de cien jugadas que duró este encuentro en Nueva York 1924, llenas de amenos comentarios y acertadas opiniones técnicas.

Es sin duda un libro de ajedrez, pero por el enfoque personal de las reflexiones y opiniones que muestra, podríamos incluirlo en la categoría del ensayo. En resumen una excelente edición de la editorial Mc Kay de Filadelfia de 1942, que da ciento y raya a cualquier libro actual de ajedrez en los que, contenidos técnicos aparte y aunque no pedimos pan de oro, priman los aspectos comerciales en el fondo y la austeridad en la forma.


domingo, 12 de septiembre de 2010

B. Larsen, Príncipe de Dinamarca, ha muerto.


Siempre sentimos de una manera especial la muerte de alguien al que conocimos de alguna manera. Yo recabé su ayuda para recopilar información sobre el torneo que había jugado en mi ciudad, Gijón, en el año 1956. Después de una búsqueda trabajosa, con gran satisfacción personal, localicé su teléfono en Buenos Aires y pude hablar con él el 19 de febrero de este año 2010. Le mostré mi interés por obtener información sobre su visita a Gijón en aquel lejanísimo 1956, con veintiun años, y me atendió muy amablemente.
Al saber que yo quería los datos para un libro que estoy escribiendo sobre los torneos internacionales de Gijón, me contó alguna anécdota y algún detalle que recordaba, su facilidad para ganar el torneo de Gijón de 1956 y su recuerdo hacia la figura del maestro gijonés Rico, que oido de Larsen por el teléfono me emocionó especialmente, lo confieso; incluso me dió su dirección postal en el barrio Martinez de la capital de Argentina; todo ello en un correctísimo español. Posteriormente le envié dos cartas con alguna documentación, de las que no recibí respuesta, ahora se el motivo de su silencio. La verdad es que desde la lejanía quise apreciar que su salud no era muy buena.
Como homenaje personal mostramos la partida que ganó al maestro Internacional Francisco José Perez, en el torneo de Gijón de 1956, partida que incluyó en su excelente y comentadísimo libro "Larsen's Selected Games of Chess 1048-69.
Gracias por todo Maestro.
¡El Príncipe del Ajedrez de Dinamarca ha muerto! ¡Viva Bent Larsen!


Larsen, Bent - Perez, Francisco Jose

Defensa India de Rey

Int Gijon, ESP, 1956

1.Cf3 Cf6 2.g3 g6 3.Ag2 Ag7 4.c4 0–0 5.d4 d6 6.0–0 Cbd7 7.Dc2 e5 8.Td1 Te8 9.Cc3 c6 10.e4 a5 11.h3 a4 12.Ae3 Da5 13.Tab1 Cf8 14.dxe5 dxe5 15.c5 C6d7 16.b4 axb3 17.axb3 Ce6 18.Tb2 Db4 19.Ca4 f5 20.exf5 gxf5 21.Ch4 Cd4 22.Axd4 exd4 23.Cxf5 Af6 24.Dc1 Txa4 25.bxa4 Dxc5 26.Df4 d3 27.Cd6 Tf8 28.Ce4 Axb2 29.Dg4+ Rh8 30.Cxc5 Cxc5 31.Db4 1–0


martes, 31 de agosto de 2010

Adeflor y el ajedrez

En los años cuarenta del pasado siglo el torneo Internacional de Ajedrez de Gijón era merecedor de sendas crónicas diarias en los periódicos locales “Voluntad” y “El Comercio”, además de varios artículos previos a la celebración de las partidas dando noticia de los preliminares: llegada de jugadores, local de juego, horarios, etc. Incluso merecía un simpático artículo del Director del principal diario gijonés. ¿Volverá a recibir el ajedrez la atención que se merece por parte de la prensa?


EL NOBLE JUEGO DEL AJEDREZ

Empezamos por declarar que no sabemos ni pizca del noble juego del ajedrez o del “Jouer aux échecs”, como lo llaman los franceses, o el “Schach” que dicen los alemanes. Sin embargo, hemos leído tantas anécdotas relacionadas con semejante deporte, su origen y desarrollo a través de los tiempos, que tenemos la cabeza echa caldo. Diputamos como una verdadera vergüenza no conocer ni la marcha de las dieciséis piezas. Esa ignorancia y el de no haber podido en la vida sostenernos sobre una bicicleta, han sido los dos grandes desastres de nuestra existencia. Y eso que, para equilibrios, los que tiene que hacer un periodista para no caerse. Desde luego, el ajedrez es un juego noble que excluye todas las apuestas y en el que no entra el interés del dinero, lo cual no quita para que ande por él mucho amor propio. Claro que también llaman noble al tresillo, y hay jugador que comote a mansalva ese crimen horrendo que llaman dar codillo, sin que haya un código penal que sancione tal alevosía, muchas veces más punible que robarle la cartera a un transeúnte distraído.

El ajedrez apasiona sin miras crematísticas. Lo cual no quita para que haya quienes prefieran ganar una partida que 1000 pesetas. Desde que nos dijeron que en ese juego quizá lo más esencial es la apertura, entendimos que en estos tiempos de aumentos de jornales, no es nada fácil mover un peón. Napoleón, a quien le gustaba mucho el ajedrez, y hacía sobre el tablero como sobre los campos de batalla, todas las trampas que podía, era un malísimo jugador. Verdad que el ajedrez consiste según nos dicen, en poner al servicio del Rey un Ejército para que no le den mate; pero Bonaparte prescindía de todas las piezas, menos las de artillería, para quitar coronas y destruir tronos. Fue el jugador castrense de menos escrúpulos, y aunque la Historia asegura que era un formidable estratega, no pudo librarse de dar con sus huesos en Santa Elena. Sobre el ajdrez hay diversos criterios, desde aquel que sostiene que no se necesita ser inteligente para llegar a campeón, y otro que asegura que hubo muchos perfectos idiotas que fueron grandes ajedrecistas, porque sólo se trata de un dominio de cierta visión geométrica, como en el futbol, algunas de cuyas primeras figuras son unos ilustres analfabetos. Nosotros no entramos ni salimos en esas precisiones, si bien reconocemos que hay que tener buena cabeza para preparar bien un ataque o para librarse de él.

Si nos entusiasma el ajedrez es porque da un mentís a los que no creen en los niños prodigio, y tienen que rendirse a ese mallorquín, Pomar, de pantalón corto y vista larga, que se sienta frente al tablero y desconcierta y vence, sin la menor consideración y respeto, a viejos encanecidos en ese juego y cargados de mucha asma de tanto discurrir en el manejo de las piezas. En eso es un niño bastante mal educado que nació para el ajedrez, como hay quienes nacen para ser poetas, sin necesidad de tener sentido común. Interesante debe ser ese deporte, cuando se prestigia tanto con él nuestro veraneo, al comenzar hoy el III Torneo Internacional, siendo Arturito Pomar, campeón de España a los catorce años, dos meses y veinte días, el que mantiene el fuego sagrado de esos seres tan despreciados y mal comprendidos que llamamos mirones. El público contemplativo suele poner más pasión en el juego que los ejecutantes, pero sin que profiera gritos, ni se acuerde de la familia de los árbitros, contentándose al final de cada partida con otorgar discretos aplausos, como si pidieran café. Cada vez hay más afición al ajedrez, pero hemos de confesar que no nos decidiremos a adentrarnos en su técnica, porque sabemos los disgustos y preocupaciones que nos está dando el fútbol. Preferimos aprender a montar en bicicleta, aunque nos cueste caer de cabeza en algún precipicio.
ADEFLOR

Diario “El Comercio”
Sábado: 13 de julio de 1946

miércoles, 26 de mayo de 2010

El Ajedrez por Mischa Elman

Recientemente el compañero de blogosfera Javier Asturiano, me preguntaba por alguna definición o argumentación en la que se afirmara ,feacientemente, que el Ajedrez es un Arte. En la literatura ajedrecística todos hemos encontrado definiciones, que en su texto incluyen las palabras, ciencia, arte o juego, individualmente o mezcladas; pero hallar una que ciña nuestro juego dentro del exclusivo ámbito del Arte, es dificil.
He buscado en mi biblioteca alguna orientación sobre este tema y creo que la luz puede llegarnos, no por boca de un ajedrecista, sino a través de la sonoridad del arco de un violinista. Me estoy refiriendo a Mischa Elman, virtuoso ruso-americano, y gran aficionado al ajedrez, sobre el que Miguel Angel Nepomuceno seguramente nos tendría cosas que contar. Este artista fue consultado por su amigo Edward Lasker cuando escribió el libro "Chess for fun and Chess for Blood". Lasker solicitó a varios profesionales y amigos su opinión acerca del juego de Caissa, e introdujo sus opiniones en el prefacio de este libro.
Mischa Elman no da una definición académica de lo que es el Ájedrez, pero si lo compara muy didácticamente con la Música, una de las bellas artes sin duda.
Elman, en la página 15 del libro citado, nos dice:

"Creo que una razón por la que el ajedrez atrae tanto a los músicos es que jugar es como componer, y que al placer de la creación de sus propias armonías se añade la emoción de la lucha.

A mí me ha parecido siempre que el ajedrez es un juego muy relacionado con la vida misma. Te enseña cómo coordinar la razón con el instinto. Te enseña a que tu eres responsable de tus propios errores. Te enseña a no subestimar al otro en ningun momento, si es que deseas sobrevivir. Te enseña a aceptar la derrota con una sonrisa y darte cuenta de que un peón no siempre pueden llegar a ser una reina, y que no todo el mundo puede convertirse en un Lasker."

Realmente un texto sencillo pero preciso, con el que estoy totalmente de acuerdo. Opino que el Ajedrez y la Música son verdaderas Artes con muchas cosas semejantes, entre ellas un fuerte fundamento matemático. Si algo se compara con un Arte y se ven con claridad puntos en común, ciertamente también lo será ¿No creen?

martes, 2 de marzo de 2010

Hipermodernismo y Centro (III)

Reti. Dibujo de Kenneth Stubbs en "Chess Secrets" de Edward Lasker.

Para terminar esta trilogía de artículos, hablaremos sobre el otro gran concepto que modificaron los hipermodernos; concretamente la incorporación de una nueva estrategia sobre el control del centro del tablero.
Las aperturas clásicas prov
ocaban el debilitamiento de los peones y la creación de casillas débiles con el avance de los mismos hacia los escaques centrales y esto se podía evitar. El centro podía controlarse sin avances de peones centrales, retrasando su entrada en acción hasta que llegara el mejor momento para asaltar la posición contraria. En este camino inició Reti la puesta en práctica de su nueva apertura, que se puede concretar en los siguientes movimientos:
1. Con las blancas jugaba en primer lugar 1. Cf3 para i
mpedir el avance del peón de las negras a e5.
2. Continuaba su plan con 2. c4 disputando inmediatamente el control de la casilla d5 a las negras.
3. Seguía con el aumento de la presión sobre el centro colocando los alfiles en fiancheto.

4. Cuando al negro le era imposible rectificar en el centro avanzaba los peones de
d4 ó e5. Este tipo de aperturas completaron la idea dinámica iniciada por Breyer. Este demostró que evitando aperturas demasiado explícitas, podía llegarse a posiciones de mayor energía dinámica que en las aperturas tradicionales. Las aperturas hipermodernas daban un medio juego donde existía un patrón de presiones y ataques velados, que concluían desencadenando automáticamente la energía dinámica. Todo lo anterior se puede aplicar también a las defensas hipermodernas como la Grunfeld y la Alekhine. Estos nuevos planteamientos abrieron todo un novedoso mundo a la teoría ajedrecística, y aunque luego su influencia fué matizada por el conocimiento generado por los análisis a los que fueron sometidas; su aportación a la creación del ajedrez actual es innegable. En la práctica Reti demostró numerosas veces estas teorías como podemos apreciar a continuación en una partida de 1923.

Reti,Richard - Gruber,Theodor [A15]

Vienna Vienna, 1923

1.Cf3 Cf6 2.c4 d6 3.g3 Af5 4.Ag2 c6 5.b3 Dc8 6.h3 Es esencial para el éxito de esta apertura que se mantenga la presión sobre el centro hasta el momento en que esté maduro para su ocupación. Por tanto las blancas evitan el cambio de su alfil de rey en h3. 6...e5 7.Ab2 Diagrama

El desarrollo inicial contra el centro se ha completado. El blanco ha decidido presionar al peón rey negro con d4 ó jugar contra los cuadros débiles d5 y f5. Contra d4 el negro puede responder e4 seguido por d5; por lo tanto elige el otro camino.7...Ca6 8.Cc3 h6 9.d3 Ae7 10.Dd2 Cc7 11.Cd1 0–0 12.Ce3 Presionando en d5 y f5. 12...Ah7 13.0–0 Cd7 Ya que el cuadro d5 parece estar satisfactoriamente bajo control, se prepara para avanzar el peón de alfil de rey para controlar f5 también. 14.Ch2 Cambiando el ataque en e5 por el avance f4, dando idea de la flexibilidad de la situación en el centro. 14...Ce6 15.f4 exf4 16.gxf4 Diagrama

Ahora el éxito de la apertura del blanco se ve claramente. Ha destruido el centro de las negras, se aseguró la diagonal a1-h8 contra el rey negro y abrió la columna f pudiendo avanzar el peón a f5 y f6.16...f5 17.Rh1 Cf6 18.Tg1 Las blancas sacrifican su peón por ataque en g7. 18...Ch5 19.Af3 Chxf4 20.Cd5 Si 20...cd5 el blanco gana con 21.Df4 Cf4 22.Tg7+ Rh8 23.Te7+ Rg8 24.Tg1+ 20...Cxd5 21.cxd5 Ag5 Si 21... cd5 22.Ad5 clavando el vital caballo que defiende el peón de g7. 22.dxe6 Dxe6 No se puede tomar la dama por Tg7+ 23.Dc3 Af6 24.Dd2 Rh8 25.Tg2 Tf7 26.Tag1 Ae5 27.d4 El peón irrumpe en el centro con efectos decisivos 27...Af6 28.d5 Diagrama

Si 28...cd5 29.Ad5 ganando. Si 28...De7 29.dc6 bc6 30.Ac6 Con ventaja decisiva. 1–0

martes, 9 de febrero de 2010

Félix Heras

Nació en Gijón el 26 de agosto de 1902, donde vivió hasta el año 1951, cuando se trasladó a vivir a Madrid. Fue un gran organizador e impulsor del ajedrez en Asturias. Dirigió los grupos ajedrecistas gijoneses del Ateneo Obrero y del Casino de la Unión, y organizó los ocho torneos internacionales de Gijón entre 1944 y 1965. Fue Presidente de la Federación Española de Ajedrez desde 1962. Como miembro de la FIDE actuó como vocal experto del Comité de Calificación y delegado permanente de España. Durante su gestión consiguió orgnizar dos cuartos de final de los encuentros de Candidatos, y el Torneo Interzonal de 1970. Por sus méritos le fueron concedidas varias condecoraciones y su gestión se recordará siempre por su buen hacer por la amplia difusión del ajedrez y la organización de numerosos torneos. Falleció en Madrid en 1978

martes, 26 de enero de 2010

Hipermodernismo y Dinamismo (II)

Con el Hipermodernismo surge el concepto de idea dinámica en ajedrez y no por casualidad. Si el diccionario de la RAE define el término dinamismo como "energía activa y propulsora", con la llegada de los hipermodernos, estas ideas se incorporaron al juego. ¿Que fue lo que ocurrió realmente?
A principios de la década de los años veinte del siglo XX, el ajedrez había alcanzado un punto de saturación con las ideas clásicas, se produjo un estancamiento en el desarrollo de la creatividad y originalidad, lo que trajo en la práctica un gran aumento del número de empates en los resultados de los torneos, con el consecuente aburrimiento de los espectadores. Hubo intentos de superar este problema con la organización de torneos temáticos sobre gambitos, pero ni esto, ni las puntuales creaciones brillantes de Capablanca y Alekhine, sacaban al ajedrez de la abulia.
El punto de inflexión se produjo cuando algunos jugadores jóvenes tuvieron la valentía suficiente para alzar la bandera de la originalidad y adentrarse por el dificil camino del riesgo. Ellos comenzaron a crear un ajedrez en el que las posiciones clásicas, a las que se les aplicaban nuevos conceptos, eran llevadas por nuevos senderos con jugadas cargadas de energía dinámica que explotaba en un momento determinado.
El primer jugador en el que históricamente podemos encontrar la intencionalidad de complicar su estilo de juego, para conseguir partidas más dinámicas, fue Gyula Breyer (1893 - 1921). Este maestro húngaro muerto prematuramente, seleccionaba su repertorio de aperturas, no solo pensando en la lucha por el espacio y el tiempo clásicos, además lo hacía eligiendo aquellas que aportaban más dinamismo a su juego. Podemos encontrar en sus creaciones dos etapas claras:

1. Con la apertura elegida se crea y acumula toda la energía posible, energía maligna que diría Tartakower, en la primera etapa de la partida.

2. Al avanzar la partida y en el momento propicio, la energía acumulada se libera sobre un objetivo concreto de la posición del adversario.
Veamos dos ejemplos:

En el primer ejemplo que mostramos, Breyer parte de una apertura clásica que va complicando con jugadas adecuadas lo más dinámicas posible para concluir con un bello remate.

Asztalos,Lajos - Breyer,Gyula [D45]

Debrecen, 13.06.1913

1.d4 d5 2.c4 c6 3.e3 Cf6 4.Cf3 e6 5.Cc3 Ce4 6.Cxe4 dxe4 7.Cd2 f5 8.f3 Ad6 9.f4 c5 10.Cb3 Cd7 11.Ae2 Dh4+ 12.g3 De7 13.0–0 g5 14.Ah5+ Rf8 15.fxg5 Dxg5 16.Tf2 Tg8 17.Tg2 Re7 18.Ae2 b6 19.a4 a5 20.dxc5 bxc5 21.De1 Ce5 22.Cxa5 Txa5 23.Dxa5 Cf3+ 24.Rh1 Dh5 25.De1 Axg3 26.Axf3 exf3 27.Txg3 f2!! (Diagrama) 28.Dxf2 Dd1+ 29.Dg1 Ab7+ 30.Tg2 Axg2# 0–1

No contento Breyer con el tipo de resultados y deseando desarrollar más sus ideas dinámicas, decide apartarse de las aperturas clásicas y buscar nuevos recursos, por lo tanto aborda la creación de nuevas aperturas y variantes, como la linea Breyer en la Apertura Española. Esto lo vemos en el segundo ejemplo que mostramos, quizá su más famosa partida.

Euwe,Max - Breyer,Gyula [B00]

Vienna Vienna, 1921

1.e4 Cc6 2.Cc3 Cf6 3.d4 e5 4...Cxe5 5.f4 Cc6 6.e5 Cg8 7.Ac4 d6 8.Cf3 Ag4 9.0–0 Dd7 10.De1 0–0–0 11.Cg5 dxe5 12.Rh1 f6 [12...Ca5 13.Ab3 f6 13.Cf7 Ca5 14.Cxd8 [14.Ad5 c6 15.Cxh8 cxd5 16.fxe5„] 14...Cxc4 15.De4 Cd6 16.Db4 Ae7! 17.fxe5 fxe5 18.Cxb7 [18.Cc6 bxc6 19.Da5 Cb5] 18...Cxb7 19.Tf8+ Axf8 20.Dxf8+ Dd8 [20...Cd8 21.Ag5 h6 22.Axd8 Dxd8 23.Dxg7 Cf6 24.Ce4 Tf8] 21.Dxg7 Cf6 22.Ag5 Tg8 23.Dh6 [23.Dxf6 Txg5–+] 23...Tg6 24.Dh4 Cd6 25.Tf1 Cf5 (Diagrama)26.Dxg4 Cxg4 27.Axd8 Cge3 28.Tf3 Rxd8 29.h3 Tg3 30.Txg3 Cxg3+ 0–1

Breyer inició un movimiento que otros continuaron y cuyas contribuciones al arte de Caissa superaron todas las espectativas. En el próximo y último artículo sobre el Hipermodernismo hablaremos sobre la otra gran aportación de este movimiento, el nuevo concepto del control del centro del tablero.